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27 de enero de 2015

"Que si yo dudo, tú me empujes. Que si tú dudas, yo te entiendo."

Me siento bien, y si yo no me siento feliz conmigo misma, nadie lo va a hacer por mí. Está bien preocuparse por las personas y ser buenas con ellas, pero yo también tengo derecho a estar bien y a complacerme a mí misma. Todos cometemos errores. Nadie es perfecto y todos merecemos una segunda oportunidad. 
He sido dura conmigo, he hecho cosas malas, cosas de las que me arrepiento….pero ya vale de menospreciarme. En su momento no lo hice bien, tenía que haber sido decisiva, saber en qué punto parar y decir “ya está”, “hasta aquí he llegado”. Y no fingir y hacer daño…sobre todo daño a mí misma.
 No volveré a decirme que soy una mala persona y no me sentiré jamás así, porque soy una persona de carne y hueso, tengo derecho a tropezar y a levantarme y a aprender.  Y sí, que debería pensar un poco más en mi, antes que en los demás, pero no volveré a fallarme a mí misma.

Lo que quiero es que me aceptes tal y como soy, con mi pasado y mis cosas no tan buenas, y que me hagas olvidar poco a poco esa versión de mí que tan poco me gusta. ("porque nuestro mayor enemigo somos nosotros mismos cuando no nos importa salvarnos").  Y no sé si es el momento indicado, pero uno de los dos tiene que dar el paso, y me voy a tirar a la piscina….no sé cómo estará, si llena o si vacía… pero “te quiero”. 
Hacía tiempo que quería decirlo…pero me daba miedo a lo que puedas contestar.  Ahora me siento vulnerable, no quiero que te alejes, quiero que te quedes, que confíes y que me líes. Que cuando tropiece y caiga, túmbate conmigo si ves que no tengo la suficiente fuerza para levantarme. Que si yo dudo, tú me empujes. Que si tú dudas, yo te entiendo. Y si me haces ser, una mejor versión sin cambiarme nada, entonces no mereces la pena…mereces la vida. 


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