Soñar contigo es como tocar el cielo sin necesidad de morir. Soñar contigo es tan real, que viviría eternamente atrapada en este sueño para poder besarte… Besarnos hasta que tu seas mi respiración y yo la tuya. Sin miedo a nada, pues pasara lo que pasara estaríamos juntos. No importaría que lloviera, pues el sol que en el alma brilla apartaría cualquier borrasca que en el cielo flotase. Soñar contigo es un privilegio, pues pocas veces tu piel rozó mi piel. Pocas veces me dijiste “te quiero” mientras tus pupilas semejaban sufrir el diluvio universal. No pude besarte pero al soñar contigo supe que besar tus labios no tiene precio. Aprendí a valorar lo insignificante. Aprendí que jamás cambiaría un día contigo por una eternidad de riquezas. Un día contigo, sin dejar de mirarte, sin dejar de besarte pero sobre todo sin dejar de quererte. Por la noche, abrazados miraríamos las estrellas. Cada estrella descubierta un beso de despedida. Al terminarse las estrellas sonará el despertador, pero todo dará igual, pues habré viajado al cielo, pisado la luna y besado las estrellas sin haberme movido de mi cama, tan solo soñando contigo.
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