Tengo un cumplido para ti: cuando veo a toda esa gente mientras les sirves o limpias sus mesas, pienso en cómo pueden ser tan imbéciles de no darse cuenta que están ante el hombre más maravilloso del mundo. Luego me doy cuenta de que yo sí lo sé, y eso me hace sentir bien.
Cierto, mucha gente esta ciega y no ve lo que tiene delante.... y eso duele mucho.
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