Era el perfecto día gris, contaba los minutos que faltaban para verlo..
Sabia que ya era la hora, bajé las desesperadas escaleras, fui hacia la puerta y vi que llovía.
Entonces me paré y empecé a contemplar todo lo que había a mi alrededor, como caían las perfectas gotas sobre mis manos, como la gente huía de la lluvia.. y entonces, admirándolo todo con mis ojos, captaron algo.. lo encontré allí, de pie bajo la lluvia, sostenía un paraguas y mientras me acercaba a el, pensaba que no podía haber algo tan perfecto ni tan maravilloso, fue sonreírle a quemarropa y perderme en sus ojos.. .
La increíble sensación de dar un beso bajo la lluvia, en mitad de la calle.
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